En un reciente estudio publicado en Nutrition, Metabolism, & Cardiovascular Diseases [1], los investigadores de la University of Minnesota School of Public Health han descubierto que los participantes que comieron nueces en etapas tempranas de su vida mostraban una mayor probabilidad de ser más activos físicamente, de tener una dieta de más calidad y de experimentar un mejor perfil de riesgo de enfermedad cardíaca a medida que se acercaban a la mediana edad.
Estas novedosas conclusiones proceden del Estudio sobre el Desarrollo del Riesgo Arterial Coronario en Adultos Jóvenes (CARDIA) [2], un estudio en curso a largo plazo que comenzó en 1985-86 y que cuenta con el apoyo del National Heart, Lung, and Blood Institute, que forma parte de los Institutos Nacionales de la Salud en Estados Unidos, y el respaldo parcial de la Comisión de la Nuez de California, y cuyo objetivo es examinar el desarrollo de los factores de riesgo de enfermedades cardíacas a lo largo del tiempo. Para ello analizaron 20 años de historial dietético y 30 años de mediciones físicas y clínicas de 3.023 hombres y mujeres blancos y negros, por lo demás sanos, de entre 18 y 30 años.
El historial dietético se clasificó en “consumidores de nueces”, “otros consumidores de frutos secos” o “no consumidores de frutos secos”, y se evaluó la relación entre los factores de riesgo de enfermedades cardíacas, incluyendo la ingesta dietética, el tabaquismo, la composición corporal, la presión arterial, los lípidos plasmáticos (por ejemplo, los triglicéridos), la glucosa en sangre en ayunas y las concentraciones de insulina en 352 consumidores de nueces, 2.494 consumidores de otros frutos secos y 177 no consumidores de frutos secos. La ingesta media de nueces durante el estudio fue de unos 100 g/día, y la ingesta de frutos secos entre los consumidores de otros frutos secos fue de unos 45 g/día.
Este estudio es uno de los más longitudinales hasta la fecha que sugieren que, con frecuencia, el simple hecho de añadir a la dieta un puñado de nueces, podría actuar como puente hacia otros hábitos de vida que favorecen la salud más adelante en la vida, incluyendo una mejor calidad de la dieta y la probabilidad de ser más activo. Los resultados también confirman que las nueces podrían ser una opción alimentaria fácil y accesible para mejorar varios factores de riesgo de enfermedades cardíacas cuando se consumen en la edad en adultos jóvenes y de mediana edad.
Los investigadores del estudio señalan que una posible explicación de los resultados podría deberse a la combinación única de nutrientes que se encuentran en las nueces y en el efecto que estos producen en la salud. Las nueces son el único fruto seco que constituye una excelente fuente de ácido alfa-linolénico (2,5 g), que, según las investigaciones, puede desempeñar un papel favorable para la salud del corazón, el cerebro y el envejecimiento saludable. Además, una sola porción de nueces (30 g), es decir, un puñado, contiene otros nutrientes importantes para la salud en general, como 4 gramos de proteínas, 2 gramos de fibra y una buena fuente de magnesio (45 miligramos). Las nueces también contienen variedad de antioxidantes, incluidos los polifenoles.
Según la profesora de Epidemiología y Salud Comunitaria de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Minnesota e investigadora principal de CARDIA, Lyn M. Steffen, doctora, máster en Salud Pública y dietista colegiada, “los consumidores de nueces parecen tener un fenotipo corporal único que conlleva otros efectos positivos para la salud, como dieta de mejor calidad, especialmente cuando empiezan a comer nueces desde jóvenes hasta la edad adulta media, cuando el riesgo de enfermedades crónicas como las cardiopatías, la obesidad y la diabetes se eleva“. Añade que “los sorprendentes y saludables cambios en el patrón dietético general de los consumidores de nueces sugieren que las nueces pueden actuar como un puente o “alimento portador” para ayudar a las personas a formar hábitos de nutrición y estilo de vida saludables a lo largo de la vida“.
Referencias:
[1] Yi SY, et al. Association of nut consumption with CVD risk factors in young to middle-aged adults: The Coronary Artery Risk Development in Young Adults (CARDIA) study [published online ahead of print July 30, 2022]. Nutrition, Metabolism and Cardiovascular Diseases. doi:10.1016/j.numecd.2022.07.013.
[2] Steffen LM, Yi SY, Duprez D, Zhou X, Shikany JM, Jacobs DR Jr. Walnut consumption and cardiac phenotypes: The Coronary Artery Risk Development in Young Adults (CARDIA) study. Nutr Metab Cardiovasc Dis. 2021;31(1):95-101.
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